Caminos de San Froilán
A la salida de Valdorria, rumbo sudeste, se halla ´La Peña el Santo´. Allí existe la cueva en que se retiró Froilán como anacoreta, junto con Genadio. Ambos alcanzaron la categoría de santos.
También la ermita-mirador, sobre el desplome del río Valdorria, que dice la leyenda edificó Froilán con la ayuda de un lobo y a indicación de una paloma. Son hermosas alegorías medievales, que circularon por el cercano paraje de ´Valdecésar´ (hoy día ´Vacesal´), donde convivieron hasta tres monasterios, antes de que sus moradores se retiraran hacia el sur, a la vera del obispo, o a colonizar nuevas tierras en la Reconquista.
Para llegar hasta la ermita era preciso subir un peldaño por cada día del año. Quizás el tiempo borró algunos, pero el ascenso se mantiene como una empresa ardua, tras cuyo éxito se asiste a la visión de estas geografías desmesuradas.
Desde época inmemorial, todos los años tiene lugar una Romería/Rogativa, hasta la ermita del Santo de Valdorria, que parte de Valdepiélago y discurre por los viejos caminos de peregrinación. Se celebra cada 1º de mayo.
La antigua ´Real Encartación de Curueño´ apadrinaba esta manifestación popular, con los pendones de todos los pueblos de la Jurisdicción. Fiesta que felizmente ha recuperado el municipio, como una de sus tradiciones centenarias. Cuando las gentes recuperan sus raíces nacen las rutas de la fe, los senderos de peregrinación, los caminos de ideas.
Los ´Caminos de San Froilán´ están, por tanto, sancionados por la historia y la devoción de las gentes, como parte imborrable de su pasado. Por eso se aprobó por la Corporación municipal la adopción de este lema, como logotipo del propio Ayuntamiento.